Danza de los muertos
aquelarre de huesos y polvo
un carnaval fétido de silenciosa estridencia
tomando la noche de los vivos
que recuerdan, añoran, cantan y lloran a los que ya se han ido
lágrimas de alcoholes inundando las zanjas de la ciudad
Las almas aburridas del eterno descanso se reaniman en un carnaval póstumo
que viene a recordarle a los que todavía llevan piel cubriendo sus huesos
a los que todavía respiran
y sienten
la fragilidad de nuestra materia
la fugacidad del tiempo
lo efímero de nuestro paso
por este mundo-rueda que gira y gira
en ciclos crónicos de nacimiento y muerte
Esos entes reanimados solo tienen burlas para hacernos
¡Se ven tan idiotas nuestras preocupaciones de vivos desde la perspectiva de la muerte!
¡Se hace tan absurdamente explícito nuestra manera de desaprovechar oportunidades del presente especulando con que tal vez quizás mañana mejor!
y mañana así seré
así serás
así seremos:
cadáveres descompuestos,
comida de gusanos,
cenizas,
polvo,
una lapida,
una foto,
un recuerdo
lo único certero es eso, lo único no ilusorio, en nuestro infinito mar de ilusiones en el cual nos bañamos todos los días y en el cual, a veces también, nos ahogamos
¿Te da miedo esta idea?
¿La idea de morir?
¿Te da miedo la muerte?
Los que desfilan en la comparsa esquelética
salen en esta fecha solo para recordarnos algo:
cada segundo
cada segundo
cada bocanada de aire
cada latido del corazón
cada oportunidad
cada instante
debe ser aprovechado al máximo
sin atarse al pasado
sin perderse en ilusorias proyecciones futuras
ahora
acá
es donde tenemos que jugar el juego que nos toca jugar:
nuestra inevitable
finita
milagrosa
y pequeña
vida
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