Gustavo Sidlin a veces escribe
Textos, Poemas y Delirios tipeados por un tal Gustavo Sidlin
martes, 12 de abril de 2016
domingo, 30 de agosto de 2015
Corbata,
un nudo en el cuello del hombre elegante, un símbolo de poder, falo dormido
tapando botones de camisas que guardan sudores disimulados con costosos
perfumes importados, la ultima fragancia de la temporada para disimular la
fetidez de los ríos contaminados por los residuos de las empresas donde se
galantean corbatas nuevas y tarjetas personales. Corbata capital. A los coyas
no les interesa aprender a anudar en sus robustos cuellos tu estigma de status
cuo. Corbata venite a Sorata para verte ridícula puesta en un burro cargando
estiércol para abonar la tierra. La Pacha no te usa corbata, la Pacha te embarra,
te ensucia; quiero verte absurda, sucia y mal usada en la trenza de una cholita
peleando cacht en El Alto por ochenta bolivianos la entrada. Quiero verte
pisada por un mono en las yungas, usada de guairo para cargar a un niño de
cachetes inflados. La palabra corbata en Aymará no existe, en Quechua tampoco,
ni en ninguna de las lenguas originarias.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Perdido
Estoy dormido en esta
ciudad de alarmas
¿Tengo que resignarme a
vivir sin amor?
Tu sonrisa es el sol que va
a derretir mis alas
¿Tendría que dejar de
volar?
Busco un horizonte en este
mar de cemento
Y no lo encuentro
Y no te encuentro
Y no me encuentro
Perdí las coordenadas de
este laberinto
¿Tendría que dejar de
avanzar?
Estoy en un punto donde ya
no hay retorno
¿Hay algo esperándome allá?
Busco las rimas de estas
heridas
Y no las encuentro
Y no te encuentro
Y no me encuentro
niñxs
Niños de las estrellas
invadiendo
las calles
llenando
de llantos las noches
Hijos
del cosmos
buscando
monedas
en
las alcantarillas
Llenando
de colores
hojas
en blanco,
manchando
las paredes con graffitis
Niños
de las estrellas
brillando
en la tierra,
rompiendo
el silencio con risas
Niños
nacidos
de
la nueva conciencia
hamacándose
en el tiempo
Niños
espíritu
dinamitando
la densidad del mundo
con
sus sueños de bombas de leves caricias
Ángeles
periféricos
corriendo
descalzos por las calles de la miseria
purificando
el aire que exhalan de su cuerpo
Ejercito
telépata
apoderándose
del mundo
con
sus armaduras de nervios, pieles y huesos
Niños
del sol
despejando
las nubes
de
la mentira
Bailando
la danza del latido de la tierra,
brotando
como frutos
del
infinito
Profetas
de la transmutación
Alquimistas
del espíritu
Poetas
del silencio
Niños
del sol
Niños
de la luna
Niños
de las estrellas
Hijos
del cielo infinito
Revolucionan
en sus sueños
nuestros
espíritus
Noche Vagina
La noche abre una grieta
que
podría ser una puerta
o
una herida.
Que
podría ser un sexo
húmedo
de sed.
Por
ahí se filtran
nuestros
gestos alterados
de
tantas palabras ciegas.
Por
ahí se expanden
los
olores de la noche con todos sus deseos.
Mi
casa está muy lejos,
aunque
no tanto como mis universos guardados de
cosas no dichas.
Mis
nueve vidas perdidas
en
silencios.
Lo
contrario a un puente
Lo
contrario a un regalo
Collage
de la memoria
rearmando
melodías
en
sueños enviciados
que
entonan las estrellas.
Brillos
de humos salvajes
transformados
en tintas
para
divagar un poema
que
le roba distancias al tiempo,
sonrisas
a la muerte,
suspiros
a las almohadas,
canciones
al silencio,
cicatrices
a las heridas.
Los Artistas (II)
Los artistas sufren el peso de
sus culos
queriendo sentarse en bondis
repletos de rutina,
porque los artistas quieren
elevarse,
ser seres leves,
etéreos.
Entonces sufren la densidad
acumulada,
la gravedad exacerbada,
la imposibilidad de poder volar,
de poder elevarse;
para ver desde arriba el
hormiguero
del cual forman parte.
Entonces buscan compulsivos, desesperados,
obsesivos
su trascendencia sagrada
en medio de tanta insignificancia
materialista
a tan alto precio.
Los artistas son Quijotes
peleando contra molinos de viento,
visionaros de la ceguera,
mártires de la decadencia,
prostitutas del espíritu,
transformistas de la esencia,
médiums del infinito.
Logran ponerle palabras a lo innombrable,
colores a lo imposible,
sonidos al silencio del vacío
eterno.
Logran crear vibraciones,
explosiones,
big bangs gestando universos en versos
de canciones borrachas,
drogadas,
desesperadas,
por intentar ser algo más que
esqueletos parlantes,
reproductores de la especie,
señores contribuyentes,
prolijos ciudadanos
sin deudas y bien perfumados.
Los artistas ranchean en el éter
y hacen fiestas orgiásticas en
sus sueños.
Pero al despertar son conscientes
que hasta el color del cielo
no es más que una ilusión
que los tiene hipnotizados
de belleza
y de verdad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)