viernes, 1 de julio de 2011

Las enroscadas aventuras del payaso Durazno (fragmentos de la novela)


Prologo de Leo Cappucci:

De lo mejor que he leído, una autentica novela del siglo XXI. Sus protagonistas, náufragos incapaces de mantenerse a flote, tan adictos al pico como desesperados habitantes del mundo perdido, transitan secuencias de alto calibre a través de un universo fisurado. Sin embargo los adictos, putas, tranzas, okupas, payasos de poca monta, cucarachas y marginales de toda índole que desfilan por sus páginas, son lujosamente revestidos por la excelente calidad literaria de la expresión de Gustavo Sidlin. Tal como debe ser, la putrefacción retratada no impide que los personajes brillen con luz propia, como los astros; como Lili, que tiene la virtud de permanecer en la memoria del lector hasta mucho después de haber sido leida. No solo se trata de una gran historia, sino que es el relato de un gran escritor. Su forma de expresión es un motor fuera del borda, apenas por casualidad.

Había una vez un niño
que creció y decidió ser un payaso.
Una decisión inquietantemente subversiva para un heredero de suntuosas noblezas patriarcales. Un príncipe que abandonó la herencia de su trono para ir a aprender las fanfarrias de los bufones traviesos.
Indagando las sombras de su naturaleza fue como pudo deshacerse de ellas; iluminándolas con risas de ángeles en zapatillas manchadas por los barros de los barrios de las periferias del planeta.
Exacerbando al máximo las limitaciones de sus torpezas, así como también los puntos más excelsos de su naturaleza.
Invirtiendo los sentidos de los significados de las cosas, moviéndose alrededor del vacío absoluto, para llenarlo de universos imaginarios que regala a un público robado, capturado, ganado, merecido, en las plazas, en las ferias, en sótanos culturales clandestinos, cumpleaños de quince, comedores bonaerenses, granjas anarquistas, sindicatos izquierdosos, hogares de ancianos, casas okupas, asambleas populares, colectivos, trenes, esquinas.
Valija de permanente viajero,
destino incierto de espíritu nómade.
Embajador de lo imposible,
prestidigitador inexperto,
poeta inconforme,
orador silente,
vendedor de feria,
ladrón de sonrisas,
hacedor de sueños.
Vendiendo su alma por unas monedas a ángeles y demonios.
Payaso triste.
Payaso alegre.
Bufón flautista de ratas ciegas
Espejo distorsionado
devolviéndole una imagen grotesca a la belleza.
Transformando las cosas más banales en majestuosas tragedias.
Exagerando.
Distorsionando.
Invirtiendo.
Con el estandarte de la pureza del juego del niño,
que para no morir se esconde detrás de una pequeña mascara roja,
con la que logra burlar a la muerte.

... Como esto de estar ahora acá en Consti con Fredi jugando con las gotas que caen del techo y de los ojos de Lili mientras el gato hace contact con mis pantuflas mientras ronronea y maulla porque no puede entender con su cerebro gatuno ni un de los miles de delirios que balbucea Lili, que esta noche llora como ayer y antes de ayer y la noche anterior, mezclando sus lágrimas con el agua del techo en el piso, formando un charco que al mirarme reflejado en él siento otra vez como vuelve a parecer detenerse el tiempo cuando veo sus lágrimas que nacen suicidas arrojándose por sus mejillas en picada, dejando de ser mucha agua en el ojo para empezar a ser una lágrima y morirse contra el suelo, para que venga una cucaracha y se bañe ahí, en esa agua que viene de adentro de su cuerpo y que anda a saber porque de repente sale para afuera a través de sus ojos que reflejan todas las cosas que fuiste antes de ser como esto que sos ahora en este acá donde sabemos que los relojes nos mienten porque el tiempo no tiene mas tiempo; eso dice Lili cuando llora y parece que sus lágrimas se hubieran puesto de acuerdo con las gotas que caen del techo formando una coreografía que detiene el tic tac del planeta y ahi todos salimos volando por la inercia de la detención de la rotación del mundo...

Gustavo Sidlin publica de manera independiente esta, su segunda novela y la sale a vender por las mesas de los bares porteños (sobre todo en el barrio de San Telmo, más especificamente en la plaza Dorrego) También se consigue en:
-la FLIA (Feria del Libro Independiente y A...)- que se hace cada tanto por ahi
-La Libre - Bolivar 646 (y Chile) -San Telmo- www.lalibrearteylibros-wordpress.com
-El Rufian Melancolico -  Bolivar al 800 (y Estados Unidos) San Telmo

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